Quizás te sorprenda el hecho de que se puedan haber sandías sin pepitas.
- ¿Cómo las han sacado de ahí?
- Las sandías sin pepitas, ¿son productos naturales, o les han aplicado algún tratamiento que les hace perder parte de sus nutrientes?
- ¿Es bueno, o malo, comer sandías sin pepitas?
En realidad, todas estas preguntas son algo lógico, aunque muchas personas prefieren directamente comprar la sandía sin pepitas para ahorrarse el trabajo de tener que limpiarlas y no comerse ninguna.
A pesar de las dudas que puede haber en torno a cómo se venden sandías sin pepitas, tenemos una buena noticia para ti: esta variedad de sandías es un híbrido que se forma de manera completamente natural, no es un producto transgénico, Aparte, en realidad no es que no tengan pepitas, sino que tienen sólo pepitas blancas, comestibles y no presentan el menor problema para ti.
Las sandías sin pepitas, ¿de dónde vienen?
Concretamente, se trata de la unión del polen masculino de una sandía diploide, que se junta con una triploide. De esta manera, se obtiene una sandía estéril, es decir, sin semillas. Esto es una ventaja para muchos, ya que las pepitas están un poco duras y a veces no resulta agradable comérselas tal cual.
En algunas ocasiones, comerse las pepitas negras de la sandía en gran cantidad puede provocar dolores de estómago e hinchazón abdominal, por lo que para muchas personas resulta más cómodo retirarlas con el cuchillo, o bien, como hemos dicho, comprar la sandía sin pepitas.
Sin embargo, no todo es tan negro en lo que se refiere a las semillas de la sandía, y como siempre decimos, todos los elementos de la fruta tienen alguna utilidad, y cuando no se pueden comer directamente, pueden molerse o triturarse para que se ingieran mejor, o bien destinarlos a otros usos que no sean su consumo.
Las pepitas negras de la sandía, ¿qué nos aportan?
En el caso de la sandía con semillas, lo mejor es molerlas e ingerirlas de forma moderada, teniendo en cuenta que no es bueno comerlas en grandes cantidades, ni siquiera molidas. Algo con lo que hay que tener cuidado es que, a diferencia del resto de la sandía, las pepitas tienen muchas calorías (557 por cada 100 gramos), por lo que, aunque evidentemente no te vas a comer 100 gramos de pepitas, no es bueno ingerirlas en exceso.
Sin embargo, entre algunas de las propiedades que hay que destacar, es que son antioxidantes y laxantes, ya que tienen mucha fibra y minerales como cinc y magnesio. Además, también son ricas en ácidos grasos polinisaturados, como el omega 3 y el omega 6. Por eso, si compras sandías con pepitas y te apetece un día hacer la prueba, te recomendamos molerlas en una licuadora en lugar de comértelas directamente con la sandía.