la capuchina en agricultura ecológica

La capuchina como reservorio natural en agricultura ecológica

La capuchina es una aliada de los cultivos del huerto ecológico. No es por casualidad que esté presente en casi todos los jardines; es fácil de cuidar, bonita y coloreada, y además es beneficiosa para el huerto.

Las primeras semillas plantadas por los niños que descubren la jardinería son a menudo de capuchina. Flor de verano y de otoño por excelencia, que cuenta con numerosas variedades a veces muy sorprendentes, llena los macizos, las terrazas y los balcones formando soberbias cascadas de color. Pero además tiene su sitio en el huerto, no sólo porque es comestible, sino porque participa en el equilibrio biológico y en la lucha contra los algunos insectos que pueden atacar nuestros cultivos.

La capuchina como reservorio de insectos

La capuchina se utiliza a menudo como planta trampa para ”fijar” los pulgones con el objetivo de que no ataquen a otras plantas. Esto es así, poque sino cuentan con comida sus enemigos como por ejemplo las mariquitas, pronto emigrarán hacia otros campos, dado que no les quedará comida de que alimentarse.

Esta especie resulta afectada sobre todo por el pulgón negro de las habas (Aphis fabae), que se desarrolla en general en el bonetero antes de invadir numerosas plantas herbáceas, como las habas, las judías o la remolacha forrajera, y especies ornamentales.

La presencia de la capuchina favorece el desarrollo de los depredadores del pulgón, como la mariquita y las larvas de sírfidos y de crisopas, lo que es positivo para el equilibrio de cualquier explotación agraria. Sin embargo, hay que gerstionar bien el proceso, pues la proliferación de pulgones supone también un peligro.

Hay que quitar regularmente las flores infestadas a fin de destruirlas, por ejemplo, quemandolas.

Los piéridos de la col, que atacan a todas las crucíferas, devoran también, a veces muy rápidamente, las hojas de la capuchina. Por tanto, esta especie puede utilizarse como planta trampa para este parásito también. Pero hay que eliminar las orugas, en cuanto las veas, a fin de evitar que proliferen.

Se dice además, que la capuchina tiene un efecto repulsivo sobre las babosas, al menos contra algunas. por ello, puedes colocarlas cerca de las plantas más vulnerables, como las lechugas.

Además, en Alemania, la capuchina tiene fama de ahuyentar a los ratones camperos y otros roedores del mismo tipo aunque no hay certeza.

No suele atraer a todos los pulgones

Es un error creer que la capuchina enana atrae a todos los pulgones del jardín, protegiendo así a las demás plantas cultivadas. Efectivamente, hay numerosas especies de pulgones y muchas de ellas afectan sólo a una o dos especies vegetales. Por ejemplo, el pulgón de los rosales no es el mismo que el de la capuchina o el de los árboles frutales.

capuchina comestible

Se suelen consumir solamente los capullos, las que se encuentran ya abiertas suelen amargar demasiado

Flores comestibles

Las hojas de capuchina tienen un sabor algo picante, a la vez que dulce y especiado, que recuerda al del berro. Por lo tanto pueden ser utilizados como condimento en ensaladas y platos de crudités. En especial combinan bien con lechugas un poco ácidas como la rúcula.

Como curiosidad las flores de la capuchina son muy apreciadas por los británicos.

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    • taronges

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