En el campo nunca se descansa; la poda del naranjo es una tarea muy importante, ya que de esta dependerá que los árboles puedan dar unas naranjas con un calibre, calidad y fructificación adecuado.
La poda varía en intensidad según requiera cada plantación o variedad
Esta se realiza cuando ya ha finalizado la recolección y las temperaturas empiezan a ser elevadas. No existe una fecha exacta para la poda, pero siempre se realiza una vez ha pasado el invierno para evitar que el frío pueda pillar desprotegido al árbol.
Todos los cítricos deben podarse (los naranjos, los mandarinos, los limoneros, etc.), lo que varía es la intensidad de la poda; mientras que el naranjo se suele podar superficialmente, el mandarino, al ser más productivo, se poda con más intensidad porque el peso de las mandarinas, si hay muchas, puede partir las ramas. Es por esto que, además de la poda, los árboles suelen reforzarse también con cañas o diversos soportes para aguantar las ramas.
¿En qué consiste la poda de los cítricos?
Básicamente consiste en “clarear” el árbol, dejarlo para que la luz penetre en su interior, pero de una manera no directa, dejando zona. Las ramas de los naranjos y de los mandarinos son abundantes y además crecen de forma aleatoria; varían de tamaño, de grosor y de forma. Si dejáramos que estos árboles crecieran libremente, al ser tan frondosos, las mismas ramas y hojas impedirían que muchos de los frutos lograran madurar de forma correcta.
Podando los árboles, despejándolos y eliminando algunas ramas, conseguiremos que el sol penetre mejor en el árbol y de esta forma, nos aseguraremos que las naranjas alcanzaran el tamaño óptimo y, sobre todo, la calidad y el sabor que le corresponden.
Normalmente la poda suele ser selectiva, mimando al árbol lo máximo posible. Sólo se podan de forma intensa si el árbol envejece prematuramente o si el mismo está débil. Entonces se poda hasta dejar al árbol prácticamente sin ramas, únicamente se respeta el tronco u las ramas principales para que, de esta forma, el árbol pueda volver a crecer de forma fuerte.
Objetivos de la poda
- Mayor calidad en las naranjas
- Control de la productividad
- Aumento del aprovechamiento de recursos
- Control de la forma del árbol durante su crecimiento
- Mejor distribución del fruto
- Mayor cantidad de nutrientes en el fruto
Tipos de poda
No se aconseja la poda hasta el tercer año, aunque en caso de plantones vigorosos se puede realizar aluna excepción. Dependiendo del tipo que puede clasificarse en:
- Poda de formación: se realiza en las ramas principales que se encuentran ubicadas en diversas zonas del naranjo, elegidas por nuestros profesionales quienes seleccionan en base a la estructura. Eliminamos la primera floración y frutos para una mejor formación del árbol. Los brotes se encausan todo el año quitando ramas del interior para dejar pasar la luz, recortándose a una altura de 50 a 80 centímetros para mejorar el crecimiento de las ramificaciones secundarias.
- Poda de fructificación: orientamos el crecimiento de las naranjas hacia afuera para que penetre la luz en cualquier período del año, preferentemente después de la recolección y antes de la primavera. El procedimiento lo realizamos eliminando las ramas muertas y las que se cruzan en el interior del naranjo. Luego quitamos los chupones y vegetación innecesaria partiendo de tallos bien situados, para que siga creciendo perfectamente.
- Poda de rejuvenecimiento: renovamos el viejo árbol en primavera o bien en otoño cortando las principales ramas por encima de la ramificación general. El riego abundante y abono ecológico en tallos principales, favorece el rejuvenecimiento. Podamos suprimiendo primero las ramas que hayan crecido en exceso, eliminando las más débiles o cruzadas. Un trabajo cuidado por nuestros agricultores con experiencia que se dedican a cada rama en especial.
También se puede clasificala la poda dependiendo de la intensidad:
- Poda ligera: cuando eliminamos el 10% de las ramas.
- Genérica o normal: cortando el 20% del material, dejando paso a la luz en el naranjo.
- Intensa: es la que alcanza el 30% de la vegetación, regulando la producción para alcanzar una gran floración.
- De renovación total: cuando cortamos más del 50% del vegetal para renovar la copa, lo realizamos para cambiar la variedad mediante injerto.
Una operación delicada
Es recomendable que la poda se lleve a cabo por unas manos expertas, ya que, de hacerlo mal podríamos arruinar toda la cosecha.
Es muy importante saber en qué parte de la rama hacer el corte, esterilizar todas las herramientas y además, tratar al árbol para que este no adquiera enfermedades o para que no aparezcan hongos. (Por ejemplo, se suele aplicar cera de abeja a todos los cortes que se realizan, ya que esta actúa como cicatrizante)
Como veis, las labores del campo no sólo se reducen a las de la cosecha, esta sólo es la última parte de un proceso que dura todo el año y en el que, el conocimiento, mimo y saber hacer del agricultor es vital para asegurar el éxito de la temporada.