La ciencia que estudia los alimentos ecológicos

La ciencia cada vez  se está interesando más por lo que comemos y lo que nos aportan los alimentos que ingerimos. Esta es una tendencia que se va confirmando con la publicación, cada vez más usual, de artículos científicos al respecto.

Durante buena parte del siglo XX y comienzos del actual, la ciencia enfocada a los alimentos se ha centrado en  los procesos de conservación y tratamientos múltiples de los alimentos. Cabría presuponer que toda esta investigación e ingente inversión económica tuviese que haber mejorado la seguridad, la capacidad nutritiva y la durabilidad de los alimentos. Todos o casi todos creemos que así debiera ser.

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Un estudio certifica que las naranjas ecológicas duran más que las convencionales

Pues bien, parece que al menos en un alimento no es del todo cierto (quien sabe si en más). Así se extrae un estudio de María Dolores Raigón, Catedrática de Química de la Universitat Politècnica de València. En su estudio sobre la degradación que sufren las naranjas (una vez recolectadas) ha demostrado que las naranjas tratadas de forma convencional, (es decir usando insecticidas que dejan residuos, herbicidas, abonos químicos de síntesis y tratamientos post cosecha) duran bastante menos que las que provienen de agricultura ecológica.

es cuanto menos preocupante que aplicando tratamientos postcosecha, que pueden ir desde dosis con soluciones antifúngicas hasta la irradiación del producto, no consigan al menos igualar la duración de las naranjas ecológicas

Más en concreto y según se muestra en las diapositivas que aporta el estudio, las naranjas de cultivo convencional empiezan a degradarse exteriormente a partir de la sexta semana y las naranjas ecológicas a partir de la semana 9. Esto supone que esta fruta ecológica dura un 25 % más.

Se les aplican tratamientos post-cosecha y a pesar de ello duran menos

Es cuanto menos llamativo, que la industria agroalimentaria aplique tratamientos postcosecha, que pueden ir desde dosis con soluciones antifúngicas hasta la irradiación del producto, y que, a pesar de ello, no consigan al menos igualar la duración de las naranjas ecológicas.

Este hecho nos conduce a reflexionar, una vez más, sobre que está ocurriendo en la cadena que hace llegar los alimentos hasta nuestra mesa. Después de aplicar todos esos E-315 y E-217 con el consiguiente empleo de tiempo y dinero, llevar el control de ellos en los laboratorios, preocuparse de imprimir bien pequeños los aditivos y antioxidantes en las etiquetas, después de todo esto, resulta que no sirve para nada, o al menos en este caso.

Más preocupante todavía es como se han vendido estos procesos para alargar la vida de las naranjas como un valor añadido para el consumidor y para el  comerciante. «Así las naranjas os durarán más en los lineales y en vuestras casas» Y ya puestos a rizar el rizo ¿Cuánto tiempo durarían estas naranjas si no tuviesen tratamientos postcosecha cono las naranjas ecológicas?

La razón por la que las naranjas ecológicas duran más no está clarificada todavía, de momento se sabe lo que ocurre, pero no el porqué ocurre. Aquí es donde la ciencia hace un alto en el camino  y pueden empezar las conjeturas. Nosotros en nuestro blog orgániko podemos hablar de nuestra experiencia como agricultores y también, cómo no, como consumidores de naranjas.

La visión del agricultor ecológico

En principio como agricultores el que nuestras naranjas duren más sin estropearse, podría ser una ventaja, las podríamos almacenar durante más tiempo para la venta. Pero este no es el caso. Donde mejor se conservan las naranjas y en general cualquier fruta, es en el propio árbol. Allí se produce la maduración óptima para el consumo de las naranjas y se conservan sin necesidad de tener que utilizar energía eléctrica para los frigoríficos. Claro está, en el árbol también llega un punto en el que estas caen por su propio peso, sino que se lo digan a Isaac Newton.  Es por ello que nosotros recolectamos las naranjas ecológicas justo antes de enviarlas.

Nuestra experiencia tanto como agricultores ecológicos y anteriormente como convencionales, nos dicta una posible razón para que las naranjas ecológicas duren más. En la agricultura convencional, los naranjos se defienden de las plagas mediante un agricultor, más en concreto, mediante los venenos químicos que este aplica para matar a todo ser viviente que pueda estropear su cosecha. Matando tanto a los animalitos que la atacan, como a los que se alimentan y controlan estos últimos (Daños colaterales lo llamaban en Iraq). En agricultura ecológica la planta tiene que aprender a espabilarse, en cierta medida, ella sola. Nosotros los agricultores ecológicos intentamos que haya un equilibrio en el ecosistema, que haya «polis buenos» y «polis malos».

Pensamos que en definitiva y haciendo un símil, nuestras plantas hacen gimnasia todos los días, tienen que saber defenderse. Es por ello que sus frutos también y lo hacen mejor que los convencionales. Pero claro, nosotros somos «solo “agricultores, no somos científicos.

La visión de los consumidores ecológicos

Aquí podemos expresar nuestra opinión también, dado que nosotros somos los primeros consumidores de las naranjas que cultivamos. Esta no hace más que refrendar lo que dice el estudio de la Catedrática María Dolores Raigon,  a nosotros nos duran más tiempo que antes.  Las personas que comen nuestras naranjas ecológicas no nos han reportado nunca sobre esta cuestión, pero les animamos mediante este post a que nos cuenten su experiencia al respecto. Lo que si podemos constatar, es que ninguno de ellos se nos ha quejado por que se le hayan podrido demasiado pronto,. No sabemos si porque tardan poco en comérselas o porque duran mucho.