Este potaje de garbanzos sigue la inspiración de una receta griega, más en concreto de la isla de Creta. Es plato potente para cuando el frío acecha. Una receta que combina verdura y legumbre.
Veréis que en esta receta se utiliza limón para dar sabor al plato. Los cítricos en invierno están en su mejor momento y hay que aprovecharlo. Pero ¡ojo! cuando vayáis a utilizar también la piel es recomendable que lavéis bien las naranjas y limones, porque les suelen dar ceras para que presenten un color más vivo, excepto claro está si son ecológicas como las nuestras.
Ingredientes para 4 personas
- 400 gr. de garbanzos
- 300 gr. de guisantes
- 200 gr. de judía verde plana
- 2 calabacines
- 3 tomates
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- 1 rama de apio
- 1 diente de ajo
- 1 patata
- 1 limón
- 1 ramillete de perejil
- 1 hoja de laurel
- tomillo
- 2 l. de caldo de ave
- sal
- aceite de oliva
- pimienta molida
Preparación
- Picar la cebolla y el apio y poner a rehogar en una cazuela. Añadir los garbanzos (que habremos tenido a remojo en agua fría durante la noche), el diente de ajo, el tomillo y la hoja de laurel y cubrir con dos litros de caldo de ave, o en su defecto de agua a la que añadiremos un par de pastillas de caldo. Salpimentar, llevar a ebullición y dejar cocer a fuego medio durante media hora.
- Pelar la patata y la zanahoria, cortarlas en daditos y añadir a la cazuela. Cocer 15 minutos.
- Pelar los tomates y los guisantes, añadir a la cazuela y dejar cocer otros 10 minutos.
- Cortar las judías verdes en trozos y el limón en rodajas y añadir a la cazuela. Dejar cocer 5 minutos más.
- Retirar del fuego, espolvorear con el perejil muy picado y servir.
